miércoles, 11 de noviembre de 2015

De Aberdeen y el auténtico origen del nombre de Hong Kong

Según la Wikipedia –vaya comienzo-, se datan asentamientos en los alrededores de la ciudad de Aberdeen (Escocia) desde al menos el año 6.000 antes de Cristo. Si bien hoy en día su principal fuente de riqueza es el crudo extraído en las estaciones petroleras del muy fructífero Mar del Norte, y también el gas, en su momento fue la pesca la actividad que aseguraba los ingresos y el condumio a sus pobladores.

Y me imagino que así ocurría cuando en las décadas de 1840 y 1850 la flota británica “ganó” al impero chino la actual isla de Hong Kong en la primera guerra del opio. Fue entonces cuando los marineros británicos entraron en contacto por primera vez con la original香港, cuya traducción fonética al inglés es “hongkong”. Esta era una pequeña población pesquera situada en la costa suroeste de la isla, y frente a una isla más pequeña conocida hoy en día como Ap Lei Chau.

Y la anécdota se originó cuando los colonos equivocaron el nombre de 香港 (Hongkong) y comenzaron a aplicarlo a todo el territorio de la isla secuestrada, en lugar de seguir restringiéndolo a la pequeña población pesquera. Para cuando los forasteros se quisieron dar cuenta consideraron que no era muy práctico resolver el entuerto. Entonces aplicaron oficialmente el nombre a la isla entera y decidieron rebautizar al asentamiento pesquero como Aberdeen, por su parecido con su hermana mayor escocesa. Punto.

El Aberdeen de Hong Kong sigue manteniendo hoy en día cierta actividad pesquera, alojando a su flota en las aguas tranquilas tras la barrera anti-tifones. Sin embargo actualmente sus habitantes se ocupan mayormente en piscifactorías, en el sector servicios vinculado al turismo gastronómico de productos del mar, y a otros trabajos industriales en tierra en la vecina Wong Chuk Hang.

Todas estas circunstancias unidas a la, imagino, muy feroz competencia en el mercado de las piscifactorías de la cercana provincia de Guandong, al otro lado de la frontera con la China continental, han provocado que la población local de Aberdeen que vivía en casa flotantes haya disminuido de manera drástica.

Como en otras muchas poblaciones de la Región Administrativa Especial de Hong Kong que se sitúan lejos de los barrios financieros y Kowloon, los habitantes de Aberdeen también se ordenan en inmensas torres de apartamentos que asoman al mar. Generan así un telón de fondo espectacular para las rudimentarias y sencillas embarcaciones que aún resisten en el negocio de la pesca.


Casa flotante y uno de sus habitantes pescando. 
Contraste de formas de vida a tan sólo unos metros de distancia.




Al fondo la barrera anti-tifones calma las aguas del canal que acoge viviendas y restaurantes flotantes.





Me siguen sorprendiendo el tamaño, la geometría y la fotogenia de las viviendas.


 Restaurante flotante Jumbo, uno de los más grandes restaurantes 
flotantes del mundo y que puede recibir hasta 2.300 comensales a la vez. Su fisonomía quiere recordar a un palacio chino. Toma Ya.

Pero todo esto no tiene nada que ver con la razón primera por la que vinimos de excursión a Aberdeen hace unos días. Y es que el motivo tenía más relación con saciar nuestro apetito de una manera más o menos sui generis,  a base de productos frescos en el mercado local, cerveza bien fría y a buen precio, todo ello sobre un mantel de bolsa de plástico rajada por la mitad y servilletas de papel higiénico. Un auténtico BYO -bring your own- en el que tú mismo compras en el mercado lo que quieres comer y lo subes a la zona de bares para que te lo cocinen de inmediato, eso sí, al estilo chino.


Definitivamente Aberdeen, por su producto del mar fresco y su emplazamiento y geografía, merece una visita. Antonio.




Los bares se encuentran en la planta alta del mercado de productos frescos. Un comedor bullicioso y entretenido. Pura China.


jueves, 29 de octubre de 2015

El Templo de los 10.000 Budas en Pai Tau Village (Ten Thousand Buddhas Temple)


Hong Kong no ha sufrido en la historia ningún paréntesis en las costumbres religiosas de sus habitantes, lo que contrasta con lo ocurrido en la China continental tras la segunda guerra mundial y durante el periodo comunista de Mao. Es más, en aquella época muchos religiosos, principalmente budistas y cristianos, emigraron de la China continental a la colonia británica donde se instalaron definitivamente hasta el día de hoy. Así el budismo es la religión mayoritaria de los hongkoneses, aunque también hay comunidades cristinas, musulmanas y otras.

Fue en el siglo sexto cuando el budismo llegó a la región sin que esto significara el desplazamiento la adoración a los variados dioses y diosas a los que tradicionalmente se les había rendido culto; diosas como Tin Hau, diosa del mar, o Kwan Yin, dios de la misericordia. Como consecuencia, en numerosos templos considerados budistas se puede encontrar una mezcolanza de imágenes de Buda con otros dioses y diosas locales o de la religión taoísta.

Pero quizás este no sea el caso del Templo de los 10.000 Budas situado en la falda de una montaña en  Pai Tau Village, barriada más bien modesta de la ciudad de Sha Tin, ciudad de grandes edificios situada en los Nuevos Territorios y que acoge a 610.000 habitantes. El templo fue fundado en 1949 por el reverendo Yuet Kai, cuyo cuerpo se encuentra expuesto en el templo principal desde su muerte en 1965, eso sí, cubierto y conservado en barniz chino y capas de oro. Dicho templo principal –the Ten Thousand Buddhas Temple propiamente dicho- es una construcción cúbica cuyas paredes interiores exhiben de manera perfectamente ordenada 12.800 figuras de Buda. Las figuras, del tamaño de un palmo, están alineadas en decenas de baldas equidistantes en altura (prohibido fotografiar en el interior, así que diríjanse a la Wikipedia para tener una ilustración).





Ascensión al Templo de los 10.000 Budas por Pai Tau Village




 Vistas de Sha Tin desde el templo



Templo de los 10.000 Budas - Ten Thousnad Buddhas Temple






Detalles en los alrededores del templo principal


Pero el conjunto arquitectónico ocupa en total ocho hectáreas, ya que además del templo principal hay otras construcciones, algunas funerarias y otras dedicadas al culto, así como un conjunto de pabellones inferiores donde viven los monjes y que no están abiertas al público. Todas estas construcciones están inmersas en la vegetación tropical de la montaña, y comunicadas entre sí por caminos flanqueados por 500 Arhans dorados, estatuas que representan monjes budistas que alcanzaron la iluminación en vida y por tanto el nirvana tras su muerte. Increíble la variedad de rostros, posturas y gestos de las estatuas que te observan desde ambos lados mientras paseas por el complejo budista.



Camino de acceso al complejo flanqueado por Arhans





 Arhans


Y haciendo referencia a la superstición, la numerología y el culto a la suerte, corrientes tan asentadas en la cultura china, mucho más que la propia religión, nos llamó la atención la distribución de los pequeños espacios para la conservación de las cenizas de los muertos en un pabellón funerario. En la construcción, también cúbica y de doble altura, pudimos observar cómo las cuatro paredes estaban forradas de puertecitas numeradas, eso sí, evitando por completo el número 4; en cantonés la palabra “cuatro” es de sonido similar a la palabra “muerte”, “catorce” a “debes morir”, y veinticuatro a “de fácil muerte”. Así, de las baldas numeradas de abajo a arriba de la balda 1 a la 29 faltaban la 4, la 14 y la 24; me salen 26 baldas reales. De la balda 1 a la 12 se contaban los huecos del 001 al 223, evitando el 004, el 014, el 024, el 034, el 40, el 41, el 42… y así sucesivamente. De la balda 13 a la 29 se contaban huecos del 001 al 200, evitando también cualquier cifra que albergara un 4.¡Qué manera más difícil de contar, madre!

En definitiva, a mi me salen 4.443 huecos ¡¡qué mala suerte!! ¡A ver si me va a venir ahora el mal fario por querer contar bien! Mierda. ¿Qué os sale a vosotrxs?

Como anécdota para el turista el complejo también acoge la pagoda de nueve alturas que aparece en los billetes de cien dólares de Hong Kong. Bueno, sólo en algunos de los emitidos por el HSBC ya que, también como anécdota y para vuestra información, los billetes de Hong Kong son emitidos por tres bancos diferentes: HSBC (The Hong Kong and Shanghai Banking Corporation), Bank of China, y Standard Chartered Bank.




Y como algo que no olvidaremos, o más bien como susto, la súbita aparición de una red-necked keelback en nuestro camino de ascensión al templo, una bicha verde de cuello rojo que se cruzó con nosotros por sorpresa. Traquilxs, aunque es venenosa y peligrosa para los humanos sólo inyecta veneno con los dientes posteriores, lo que no ocurre en la mayoría de las ocasiones. Uff (aquí icono del whasapp con la gotita de sudor en la frente pero con sonrisa).

Antonio. 




Hiking en Hong Kong por el MacLehose trail (secciones 4 y 5)

(Publicado inicialmente el 18 de octubre de 2015)

Y en nuestros días libres seguimos tratando de conocer cosas nuevas de Hong Kong, y así seguir disfrutando de una rutina semanal que baila entre el trabajo, y por lo tanto el “yo vivo en Hong Kong”, y el “como tampoco tengo mucho trabajo y todo sigue siendo novedoso, parece que estoy medio de vacaciones”. Y no me siento bien del todo por ello, pero a la vez pienso que tengo que disfrutarlo y sacarle el máximo partido a esta temporada.

Hace una semana nos apuntamos a hacer una ruta de cinco horas de hiking por la naturaleza de Hong Kong, concretamente por los Nuevos Territorios. Y es que, como ya comentaba anteriormente, la mayor parte del territorio de la Región Administrativa Especial de Hong Kong no es terreno urbano.

Como todo, el gobierno tiene bastante bien organizada la información para que cualquiera pueda fácilmente hacer rutas de senderismo por la zona, por supuesto reduciendo al máximo los posibles riesgos en la actividad. Resulta que están habilitadas cuatro grandes rutas en el territorio: 1. Hong Kong trail, de 50 kilómetros y que recorre de este a oeste la isla de Hong Kong, 2. Wilson trail, de 78 kilómetros atravesando de norte a sur toda la región, y discurriendo casi en su totalidad por parques naturales, 3. Lantau trail, que como su nombre indica con sus 70 kilómetros atraviesa la isla de Lantau, la isla más grande de todas, al oeste de los Nuevos Territorios, y 4. MacLehose trail, que con sus 100 kilómetros va de este, desde Sai Kung East Country Park, a oeste, hasta Tuen Mun, atravesando las montañas centrales.

Y es un tramo de esta última ruta, comprendido entre las secciones 4 y 5, el que realizamos, concretamente desde la parada de metro de Heng On a la central de autobuses de Tsz Wan Shan, atravesando el Ma On Shan Country Park. Para mi sorpresa, ya que tan sólo esperaba atravesar densas masas selváticas, también anduvimos por zonas más despejadas de plantas herbáceas y arbustos. Las laderas orientadas al norte son húmedas y están protegidas de las fuertes rachas de viento de los tifones que entran desde el sur; sin embargo, la cara sur recibe mayor radiación solar además de soportar el castigo directo de los tifones. Y de ahí, la diferencia en la vegetación.







Lo mejor de la ruta, las vistas hacia el este desde el Ngong Ping, punto en la planicie elevada al sur de Pyramid Hill. Desde allí podíamos ver la bahía que aloja a la población de Sai Kung, Port Shelter, y las islas e islotes en el horizonte. Vistas espectaculares como podéis ver en las fotos. Además, para lxs que estéis interesadxs en conocer más sobre este tipo de turismo activo en Hong Kong, os dejo el enlace de la página web del gobierno con toda la información útil.

Antonio

http://hiking.gov.hk/eng/longtrail/longtrail.htm






miércoles, 28 de octubre de 2015

Celebraciones del Mid Autumn Festival en Hong Kong: los dragones de fuego de Tai Hang y Pok Fu Lam Village

(Publicado inicialmente el 8 de octubre de 2015)

El barrio de Tai Hang en la isla de Hong Kong era, en sus inicios, una pequeña aldea de emigrantes Hakka, chinos del norte del país que se asentaron en las provincias del sur allá por el siglo XVII. Sus pobladores eran granjeros y pescadores.

En 1880 uno de sus habitantes mató una serpiente que se adentró en la aldea. -Me imagino que esto era un evento normal por aquel entonces, ya que incluso hoy en día la población de Hong Kong vive en tan sólo el 25% del territorio superurbanizado, y el restante 75% los constituyen selvas, costas y reservas naturales, que esconden infinidad de bichos que viven estupendamente en el clima subtropical y monzónico de la zona-. Pero el cadáver de la serpiente desapareció misteriosamente a la mañana siguiente, hecho que algo tuvo que ver con una plaga que afectó en los días posteriores a la población, provocando la muerte de muchos de sus vecinos. 

Una noche Buddha se apareció en sueños a un anciano del lugar, y para salvar a su población de la maldita plaga le instó a organizar una danza de un dragón de fuego durante el festival de medio otoño. Al igual que ocurre con las apariciones de nuestras vírgenes y santos occidentales el hecho tuvo un resultado milagroso, ya que el azufre que emanó de los miles de palos de incienso del dragón erradicó por completo la enfermedad de la aldea de Tai Hang.

El pasado domingo 27 de septiembre los chinos volvieron a celebrar el festival de medio otoño, coincidiendo con la luna llena del día 15 del octavo mes del calendario chino y, por supuesto, volvieron a “bailar” el dragón de fuego en las calles de Tai Hang. Como se ve en las fotos el dragón de 67 metros y con más de 70.000 palos de incienso era portado por decenas de chavales, y estaba acompañado por un séquito de niñas y adultos con lámparas de papel, típicas del festival de medio otoño, un tambor gigante y una “banda” de gaitas y más percusión; me imagino que lo de ser colonia británica les ha dejado también reminiscencias escocesas.

Pero este no es el único dragón de fuego que baila en la ciudad en esta fecha, sino que al oeste de la isla también se llevaron a cabo ritos y costumbres populares entorno a la bestia. En Pok Fu Lam Village, una barriada construida por los propios vecinos a base de ocupar los espacios levantando casas de obra pero también de madera y chapa, el dragón se paseó por las callejuelas no sin pocas dificultades debido a la estrechez de las mismas; incluso el cuerpo estaba separado de la cabeza, eso sí, siguiéndole bien de cerca, todo ello para que la cabeza pudiera bailar libremente al son de los bombos y platillos que sonaban cada vez que un vecino donaba dinerillos a la “hermandad del dragón” en un sobre rojo. Mucho menos turístico y famoso el dragón de Pok Fu Lam que su compañero en Tai Hang en pleno corazón de la ciudad, pero mucho más popular y entrañable. Como las cofradías de barrio, vamos.

Aquí os dejo unas fotos. Un saludo. Antonio.






Séquito de niñas y adultos portando lámparas de papel en Tai Hang



 La música en Tai Hang era cosa de gaiterxs





 Y por fin la cabeza del dragón de fuego de Tai Hang y su larga cola portada por decenas de hombres



 Mientras en Pok Fu Lam Village lxs vecinxs disfrutan de lo que yo llamaría "la verbena" del Mid Autumn Festival




Lxs vecinxos de Pok Fu Lam Village dan vida a su dragón de fuego



 El dragón visita cada casa de Pok Fu Lam Village para agradecer los donativos





Intuyo que debe ser un orgullo para lxs jóvenes del barrio portar el dragón de fuego en una noche importante como esta



"Entre el dragón y la pared"