Hong Kong no ha sufrido en la historia
ningún paréntesis en las costumbres religiosas de sus habitantes, lo que
contrasta con lo ocurrido en la China continental tras la segunda guerra
mundial y durante el periodo comunista de Mao. Es más, en aquella época muchos
religiosos, principalmente budistas y cristianos, emigraron de la China
continental a la colonia británica donde se instalaron definitivamente hasta el
día de hoy. Así el budismo es la religión mayoritaria de los hongkoneses,
aunque también hay comunidades cristinas, musulmanas y otras.
Fue en el siglo sexto cuando el budismo
llegó a la región sin que esto significara el desplazamiento la adoración a los
variados dioses y diosas a los que tradicionalmente se les había rendido culto;
diosas como Tin Hau, diosa del mar, o Kwan Yin, dios de la misericordia. Como
consecuencia, en numerosos templos considerados budistas se puede encontrar una
mezcolanza de imágenes de Buda con otros dioses y diosas locales o de la
religión taoísta.
Pero quizás este no sea el caso del
Templo de los 10.000 Budas situado en la falda de una montaña en Pai Tau Village, barriada más bien modesta de
la ciudad de Sha Tin, ciudad de grandes edificios situada en los Nuevos
Territorios y que acoge a 610.000 habitantes. El templo fue fundado en 1949 por
el reverendo Yuet Kai, cuyo cuerpo se encuentra expuesto en el templo principal
desde su muerte en 1965, eso sí, cubierto y conservado en barniz chino y capas
de oro. Dicho templo principal –the Ten
Thousand Buddhas Temple propiamente dicho- es una construcción cúbica cuyas
paredes interiores exhiben de manera perfectamente ordenada 12.800 figuras de
Buda. Las figuras, del tamaño de un palmo, están alineadas en decenas de baldas
equidistantes en altura (prohibido fotografiar en el interior, así que
diríjanse a la Wikipedia para tener una ilustración).
Ascensión al Templo de los 10.000 Budas por Pai Tau Village
Vistas de Sha Tin desde el templo
Templo de los 10.000 Budas - Ten Thousnad Buddhas Temple
Detalles en los alrededores del templo principal
Pero el conjunto arquitectónico ocupa en
total ocho hectáreas, ya que además del templo principal hay otras
construcciones, algunas funerarias y otras dedicadas al culto, así como un
conjunto de pabellones inferiores donde viven los monjes y que no están
abiertas al público. Todas estas construcciones están inmersas en la vegetación
tropical de la montaña, y comunicadas entre sí por caminos flanqueados por 500
Arhans dorados, estatuas que representan monjes budistas que alcanzaron la
iluminación en vida y por tanto el nirvana tras su muerte. Increíble la
variedad de rostros, posturas y gestos de las estatuas que te observan desde
ambos lados mientras paseas por el complejo budista.
Camino de acceso al complejo flanqueado por Arhans
Arhans
Y haciendo referencia a la superstición,
la numerología y el culto a la suerte, corrientes tan asentadas en la cultura
china, mucho más que la propia religión, nos llamó la atención la distribución
de los pequeños espacios para la conservación de las cenizas de los muertos en
un pabellón funerario. En la construcción, también cúbica y de doble altura, pudimos
observar cómo las cuatro paredes estaban forradas de puertecitas numeradas, eso
sí, evitando por completo el número 4; en cantonés la palabra “cuatro” es de sonido
similar a la palabra “muerte”, “catorce” a “debes morir”, y veinticuatro a “de
fácil muerte”. Así, de las baldas numeradas de abajo a arriba de la balda 1 a la
29 faltaban la 4, la 14 y la 24; me salen 26 baldas reales. De la balda 1 a la
12 se contaban los huecos del 001 al 223, evitando el 004, el 014, el 024, el
034, el 40, el 41, el 42… y así sucesivamente. De la balda 13 a la 29 se
contaban huecos del 001 al 200, evitando también cualquier cifra que albergara
un 4.¡Qué manera más difícil de contar, madre!
En definitiva, a mi me salen 4.443 huecos
¡¡qué mala suerte!! ¡A ver si me va a venir ahora el mal fario por querer
contar bien! Mierda. ¿Qué os sale a vosotrxs?
Como anécdota para el turista el complejo
también acoge la pagoda de nueve alturas que aparece en los billetes de cien
dólares de Hong Kong. Bueno, sólo en algunos de los emitidos por el HSBC ya que,
también como anécdota y para vuestra información, los billetes de Hong Kong son
emitidos por tres bancos diferentes: HSBC (The Hong Kong and Shanghai Banking
Corporation), Bank of China, y Standard Chartered Bank.
Y como algo que no olvidaremos, o más
bien como susto, la súbita aparición de una red-necked
keelback en nuestro camino de ascensión al templo, una bicha verde de
cuello rojo que se cruzó con nosotros por sorpresa. Traquilxs, aunque es
venenosa y peligrosa para los humanos sólo inyecta veneno con los dientes
posteriores, lo que no ocurre en la mayoría de las ocasiones. Uff (aquí icono
del whasapp con la gotita de sudor en la frente pero con sonrisa).
Antonio.