Aquí estoy de nuevo dispuesto a contaros algunas cositas de estos últimos días. Ya sabéis que a mí me gusta más explicar chorraditas –supongo que lo entenderéis después de haber visto el vídeo del anterior post-, así que continúo dejando a Andrés la parte más romántica y cultural del viaje. Actualmente estamos en Goa, y para llegar aquí desde Udaipur (Rajasthan) hemos pasado, desafortunadamente, por Amdavad (también Ahmedabad, en el estado de Gujarat) y por Mumbai (antigua Bombay). Esta segunda ciudad, como aseguraba Mecano en su equiparación con Hawaii, es un paraíso, sobre todo cuando se compara con el resto de grandes ciudades indias que hemos visitado. Ya Andrés contará más al respecto.
Hacía tiempo que andaba pensando en escribir algo acerca de la vida animal en este país. Y esto se debe a que, a diferencia de España y Europa, los bichos aquí son omnipresentes. La población animal está tan integrada en las ciudades y los pueblos que a los pocos días de viaje hasta a nosotros mismos se nos pasaba desapercibida. Aunque en los dos primeros días en la loca Delhi ya avistamos gran variedad de bestias, i.e. vacas, caballos, bueyes, así como algún que otro roedor grande y pequeño y multitud de aves, no fue hasta llegar a Jaipur donde apreciamos la rica fauna urbana de este país. Allí observamos elefantes decorados y pintados, camellos tirando de carros, monos trincando lo que podían en un mercado de fruta y verdura, y jabalíes con un pelaje infame –el de la foto es lindo en comparación con otros especímenes no dignos de este blog- que se alimentaban de basura.
También hemos tenido el privilegio de presenciar el coito primate, no os cuento aquí las intimidades referentes a carantoñas, posturas y algunas cosas más desagradables que curiosas del fenómeno, lo dejo como anécdota para compartir a la vuelta tomado una cervecita con vosotros. Como aperitivo os mostramos una foto del despioje entre iguales, proceso bastante similar al que más de una madre que yo me se ha tenido que realizar con su criatura en la Europa del primer mundo. Tampoco es tan indigno coger piojos, estos o los otros ¿a que no?
Y en cuanto a especies voladoras hemos tenido la suerte de avistar al ave nacional, el pavo real, así como murciélagos poblando templos jainistas y algún que otro ejemplar exótico no identificado (siempre lo digo, a ver si me pongo ya con la ornitología). Entre las aves también aquí han tenido éxito ecológico las palomas, y han llegado a ocupar el nicho que constituyen las iglesias del siglo XVI de Goa. Así, revolotean desde el altar mayor al púlpito y vuelta. Qué cosa más bonita… ¡ay si lo viera más de un capillita de la Iglesia restaurada del Salvador o de San Lorenzo! Siento no tener foto.
Los gorriones también pueblan cualquier hábitat, incluso los medios de transporte público, he aquí la prueba. Cuando Andrés y yo nos montamos en el autobús de Jaisalmer a Jodhpur, nos hizo mucha gracia que estos pájaros entraran también en el vehículo y aprovecharan las sobras de algún aperitivo humano para alimentarse. Por supuesto todas las ventanas del autobús van abiertas siempre, nada de aire acondicionado en los buses gubernamentales. Pero los gorriones no sólo entraban a pasearse, ¡es que tenían allí su segunda residencia! Sí sí, en el hueco de una lamparita mismo. Sinceramente no me imagino esto en los autobuses de TMB, TUSSAM, Comes & Co.
Y lo típico, las vacas. Al principio yo me pensaba que las vacas no eran de nadie, incluso me reía cuando Andrés me preguntaba de quién serían. Y sí, cada vaca tiene su dueño, solo que durante el día las dejan sueltas para que coman por ahí lo que puedan. Y digo lo que puedan porque en algún momento hemos pillado a alguna comiendo papel de periódico e incluso robando cartones del carro de un cartonero. Por lo visto la leche que dan no es muy grasa y no sirve para hacer mantequilla ni quesos ¡con esa dieta no me extraña! Una vez han echado el día por ahí, pues solitas vuelven a casa. En algún momento me ha entrado mucha risa al ver que una vaca entraba a una casa por la puerta principal, je, je. Yo creía que por ser sagradas pues nadie le decía nada, pero a lo mejor lo que pasaba es que la pobre no quería más calle y se estaba recogiendo. ¡Qué tontería…!
Y de los animales ya no se me ocurren más cosas, así que cambio de tercio ¿vale? Otra cosa que nos ha llamado mucho la atención es el tema de los riesgos laborales. No se siquiera si aquí manejan este término, por las cosas que os voy a contar supongo que no. Y fuera de bromas, como está el temita por aquí no me extraña que la mayor parte de los lisiados y amputados que piden por la calle sean víctimas de algún accidente laboral que, condenados al desempleo, se ven obligados a la mendicidad como modo de vida. Vaya tela.
Como os he comentado ahora estamos en Goa, un estado que ha sido colonia portuguesa desde el siglo XVI hasta 1961. Por ello el cristianismo está fuertemente arraigado, y en su antigua capital se aglutinan numerosas iglesias de arquitectura y aspecto bastante similar a muchas de las que podemos tener en Sevilla. En estas iglesias es donde antes he comentado las palomas campan a sus anchas. En la de San Cayetano hemos hecho las siguientes fotos. En la primera aparece el templo, fijaros en la altura del edificio comparándolo con el tamaño de la puerta principal. Pues arriba del todo, en la cornisa, es donde los albañiles/paletas manejaban tranquilamente los palos del andamio, las cuerdas, en fin, lo normal. Por supuesto sin asegurarse ni amarrarse con arnés o similar. Por lo menos estos obreros estaban colocando un andamio metálico, un privilegio comparado con los de bambú que son mucho más populares en todo el país, incluso para construir los rascacielos de Bombay. ¡Qué pena no tener foto!
¡Rosario, vida! Por todos estos aspectos de la seguridad laboral en la construcción y por la siguiente foto nos hemos acordado mucho de ti. ¿Cómo le pueden llamar a la iglesia “The Church of Our Lady of the Rosary”?
Y Mari, ¿cómo te quedas con lo de “Our Lady of Doloures”? Lo de “The Holy Ghost” tampoco se queda atrás. La traducción literal sería “El Fantasma Sagrado”. Suponemos que se vienen a referir al Espíritu Santo pero vamos, que no lo ponen fácil estos indios.
Y vuelta a nuestro tema, la seguridad en el trabajo. También hemos podido presenciar el trabajo rural en las aldeas y las zonas de siembra. Las mujeres son aquí las que llevan a cabo los trabajos más duros, mientras los hombres se dedican más al comercio, los negocios y otros trapicheos. Son ellas las que van a buscar agua a los pozos y acarrean los bidones en la cabeza hasta sus casas. También ellas trabajan la tierra, recolectan y siembran, y en la mayoría de las obras o construcciones fuera de las grandes ciudades las mujeres se cuentan en la misma o mayor proporción que los hombres. En el caso de la construcción de carreteras y manejo de maquinaria pesada son ellos los que dominan el gremio. Concretamente en Jaisalmer presenciamos el arreglo del pavimento de la carretera que llevaba a la estación. Obviamente en esta obra había cinco hombres trabajando y otros tantos mirando, aunque supongo que cobrando igualmente. Uno de ellos conducía el camión que soltaba la grava mezclada ya con el alquitrán, dos o tres repartían y alisaban el futuro pavimento con unos rastrillos metálicos, y por último otro conducía la apisonadora que aplanaba el piso. No sé si os imagináis la indumentaria de todos ellos, ropa normal y corriente de andar por casa, pero es que además todos, sin excepción, llevaban chanclas de dedito ¡Por Dios! ¿A quién se le ocurre? ¿Cómo llevará los pies a su casa ese hombre que anda por encima del asfalto calentito? Anda que la mujer tendrá el cielo ganao… Siento de nuevo no tener testimonio gráfico, pero es que no damos pa tanto. Sin embargo sí tenemos foto de una mujer que ayudaba, suponemos a su marido, a romper piedras y piezas metálicas sujetándole amorosamente el cincel. Él era el que empleaba la fuerza bruta a base de martillazos… claro, el riego para ella, que típico. Además el contexto de la foto no tenía desperdicio, los dos estaban en una isleta que separaba los dos sentidos de la circulación en un puente de Delhi, rodeados de un tráfico y una polución desagerada. Como diría Andrés: ofrece gusto.
Y para el final he dejado el documento más impresionante que jamás hemos presenciado Andrés y yo en cuanto al tema de los riesgos laborales. Además estamos seguros de que no volveremos a ver algo igual en mucho tiempo, o quizás nunca. ¡Es algo revelador! La anécdota tuvo lugar en Udaipur, ciudad en la que se estaba celebrando un mini festival durante los días de nuestra visita. Éste consistía básicamente en que las mujeres al atardecer portaban sobre sus cabezas pequeñas imágenes de lo que suponíamos eran dioses y diosas, los llevaban al ghat del lago –pequeñas escaleras que bajan hasta el agua- y pasaban allí el ratito rezándoles, bailando y charlando un poco. Las mujeres además eran acompañadas por sus hijos y así la festividad tomaba un aire infantil. Por ello en el pueblo se instalaron un tiovivo vintage y un par de norias, una de ellas es objeto de nuestra anécdota. Cuando Andrés y yo pasamos por delante de esta pequeña Calle del Infierno nos paramos al ver el alboroto y la algarabía generada por cientos de niños con sus risas y gritos. Así pudimos disfrutar del espectáculo rudimentario que hacía girar la noria. La verdad es que no entiendo cómo no tienen aún algún motorcillo que se encargue de ello, aunque si tienen generadores portátiles que dan luz con unos focos espectaculares en las procesiones nocturnas de sus dioses más venerados. Y es que para nuestro asombro la noria, por supuesto cargada hasta la bandera, era empujada con fuerza humana, ¡ni siquiera por bestias! ¿Qué cómo? Pues muy fácil, como se ve en la foto, cuando la noria estaba petada para aprovechar bien el viaje, un hombre se subía por los palos internos de la estructura y, una vez cercano al centro de rotación, comenzaba a caminar apoyando cada uno de sus pies en las barras transversales. Evidentemente cuando aquello cogía velocidad el hombre no podía bajarse, así que debía continuar corriendo en el interior de la noria como si se tratara de un hámster dándole vueltas a la rueda. No salíamos de nuestro asombro, de hecho acabó el viaje y esperamos algo así como 20 minutos a que la noria se vaciara y comenzara de nuevo el show. Evidentemente necesitábamos fotos para mostrároslas y que nos creyerais. Aquí están.
Como siga con este tipo de crónicas no creo que me pase como a aquel que dio la vuelta al mundo sin avión y cuando llegó a España le editaron el blog que escribió en forma de libro.
Por cierto, las tarjetas de crédito se pueden lavar a mano dentro de la ropa. Eso sí ¡en cuanto os deis cuenta sacarla lo antes posible y dejarla secar!
Muchos besos a todos,
Antonio
domingo, 4 de abril de 2010
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Vaia tela telita tela, lo del hombre-hamster en la noria ideaaaaal! que divertido, que bien lo pasais! y sobre el reportaje de los lindos animalitos que rondan por la india...como se nota que eres biologo hijo mio! jeje! un besito para los dos! i can't wait to see you gorgeous!!
ResponderEliminarUiiuiuiiii!! la madre del cordero!!!! (de animales va la cosa, no?) Y yo me quejo de los palomos comiitos de mierda de la Mision! Y los jabalines no son agresivos entiendo no? Ay que bonitos los alimalitos...
ResponderEliminarNosotros estamos en el lado opuesto de seguridad laboral, aqui cada vez que friegan el suelo, o se caen unas gotas de algo, hala! cartelazo de CAUTION WET FLOOR, y adivinad quien se metio el otro dia una torta con el cartelito en cuestion... hijos! ni tanto ni tan calvo!!
Un beso grande! seguimos en el direrto!
La Dolours es clavaita a mi cada viernes cuando miro en internet los numeritos del euromillon con la ilusion de ir a buscaros cualquier dia de estos jejeje nos os preocupeis que a mi maridito me lo llevo. Mil besosssssss.
ResponderEliminarhola presssiosssidades!!!!!!!! despues de un mes he conseguidoR poder escribir en el blog, soy lo maas TORPE DER MUNDO, el otro dia hos escribi un mensage y no se donde tA, estoy enganchaiiiiita perdia ha vuestro viaje, me ha encantao el video del antonio nadando pa tras en la piscina, bueeeniiiisimo!!!, y que decir del reportage del pelao del andres con el compañero tiñendose el bigote y el pelo, sin desperdicio!!!! me meao de la risa!!!, porcierto te queda perfecto el pelao andres, estais estupendos lors dos!!!, ala a segui disfrutando cabronazooooos, un beso muuuu grande desde el pobleee, muuuuuak!!
ResponderEliminarantoñete coño, parece mentira que te de coraje de tantos bichos siendo biologo, pero bueno, que le vamos a hacer, en casa de herrero, cuchillo de palo como decimos los autoctonos de aqui. que meneria los monitos despiojandose pero lo de la anterior foto no es un javalí ni aunque me obliguen a decirlo, ¡¡ cojones !! javalies los de aqui, de doñana, esos de alli parecen que estan mutados con rata del amazonas, que barbaridad!!
ResponderEliminarpor otro lado, ¡¡ helado me dejas !! con tu saber sobre iglesias sevillanas que si el salvador, que si san lorenzo, jejejeejje!!!! pero en ninguna como las nuestras verda?? despues de tirarme la semana santa que me he tirao este año, veo a la dolours esa y salgo a correr, que mieo por dios!! por cierto, cuando sale en procesion, por si puedo ir lo digo, jejejejejejeje!!!!!!!!!!!! ( yo solo me meo )
lo de las vacas entrando en casa como si fueran dueñas tiene mucha telita, si señor, y lo del noriero ya no tiene desperdicio... fantastico todo, os quiero, muchos bezitos guapos!!!
es que esa técnica forma parte del entrenamiento rutinario del equipo olímpico de ciclismo de la India, está haciendo piernas...unas piernas que ni columnas salomónicas.
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