sábado, 19 de junio de 2010

Sorprendente Kuala Lumpur

¡Ah, viajar! La vuelta al mundo, cambiar de país, el intríngulis de una cultura nueva, la incógnita, la sorpresa y la ilusión de la novedad. La verdad es que se nos había olvidado que teníamos que visitar más países, la India nos atrapó en su ritmo lento y largo por su interminable geografía y ahora sentimos de nuevo la emoción del primer día. Kuala Lumpur parece no ser un destino turístico muy jugoso, eso dicen, pero a Antonio y a mí nos gustan las ciudades, al fin y al cabo nosotros mismos vivimos en ciudades. Luego también visitaremos otros destinos en el país, entre ellos un parque nacional, playas, ya veremos.

Perdonad si el relato de hoy es por un lado un poco largo y por otro un poco desestructurado, es que hace bastantes días que hemos estado de excursiones y actividades y no hemos parado ni un segundo así que no nos hemos puesto a escribir, esto explica pues el silencio tan largo, lo siento Roberto hijo. Espero que no os rindáis y nos sigáis dando otra oportunidad.

Nada más llegar a Malasia empezamos a notar el fortísimo contraste con la experiencia india, el autobús del aeropuerto a la ciudad era como un sueño, iba a cien por hora o más, por unas autopistas presiosas, con aire acondicionado, asientos con la tapicería nueva, ¡y reclinables! Eran demasiadas comodidades juntas, estábamos al borde de las lágrimas cuando a través de las impolutas ventanas de ese palacio con ruedas pudimos disfrutar de nuestra primera vista sobre las torres Petronas, impresionantes. Las torres llevan el patronímico de la empresa que las construyó, es decir, la compañía nacional del petróleo de Malasia, y durante unos cuantos años disfrutaron del título de construcción más alta del mundo. Hoy día tienen el record de consolación de las torres gemelas más altas del mundo, bueno, algo es algo.



Habíamos reservado unas literas en un dormitorio compartido en Chinatown, mañana nos darán una habitación doble para nosotros solos, llegamos tarde y antes de dormir salimos a dar una vuelta por Petaling Street, la calle principal del barrio chino. Es un tramo de unos quinientos metros cubierto con una pérgola ondulada sembrada de farolillos rojos que aunque muy tranquila por la noche de día se pone literalmente maciza de tenderetes de ropa y accesorios de marca cien-por-cien-totalmente originales.


Farolillos de Petaling street

Una cosa que nos encantó de Chinatown fueron los horarios, esa noche nos comimos unos noodles (fideos chinos) fritos con sus gambitas y todo a la una de la madrugada. Más adelante repetiremos la experiencia incluso más entrada la madrugada encontrándonos en la mesa de al lado familias que bajan a cenar a las dos o las tres con los niños en pijama, muy de barrio y muy entrañable, la verdad y muy cosmopolita. Yo siempre he pensado que los supermercados chinos en Barcelona dan muy buen servicio porque tienen unos horarios de apertura súper extensivos y una miscelánea de produrtos más que suficiente para cualquier emergencia doméstica, ¡pero en Kuala Lumpur son 24 horas 365 días al año! Además aquí los súper de los chinos son muy graciosos porque imitan hasta en el color de los carteles a los internacionales “seven-eleven”, que pueden estar en el local de al lado, pero a ellos les da igual, copian y punto.

Según tengo entendido en China las copias son legales puesto que no existe la propiedad intelectual. A los propietarios de las marcas, aunque digan lo contrario en los medios de comunicación occidentales, les encanta que los chinos se familiaricen con las falsificaciones de sus productos para fomentar en ellos el deseo de poseer un original en el más que posible caso que alguno de ellos aumente su nivel adquisitivo. La ley en Malasia no sé qué dice a este respecto, en otras materias sí estamos algo informados y sólo os diré que Antonio y yo lo más cariñoso que nos dedicamos el uno al otro es preguntarnos la hora. ¡Bueno! ¡bueno! ¡bueno! ¡nos ha pasado un caso…! Os cuento:

Resulta que Malasia es un país islámico ¿de acuerdo? Tiene sus leyes laicas pero también se puede aplicar la ley islámica si alguien comete un delito. No sé quién elige, hay un caso conocido de una chica que bebió cerveza y su papá elgió la ley islámica para que la azotaran públicamente por su tropelía, bueno, cosas de familia. La homosexualidad islámica, es decir para los musulmanes, está terminantemente prohibida y esto conlleva o se sustenta sobre la base de una terrorífica pena de cárcel con azotes, con vapuleo público y muerte social de toda su familia y los que le hayan dirigido la palabra en los últimos cinco años. Bueno estoy exagerando, lo sé, pero es que yo me hago caca con estas cosas, perdonadme. El tema se me va de las manos, os sigo contando.
Como Kuala Lumpur es la capital del país, pues aquí está la mezquita nacional, evidentemente nosotros fuimos a visitarla porque a pesar de nuestro ateísmo ya explícito en estas páginas y por nuestro interés antropológico y arquitectónico, nos pirra un templo, no sé por qué. La Masjid Negara (traducido mezquita nacional) es una construcción bastante moderna, tiene un aire como de pabellón de la Expo, con muchos soportales y un bosque de columnas alrededor que sostiene una techumbre para dar sombra y cobijo a un grandísimo número de fieles que acuden aquí a rezar, sobre todo los viernes.


Columnata de la mezquita

En el centro de este enorme techo se encuentra la sala principal, enmoquetada y aireacondicionada. ¡Ah sí! Sí sé por qué me gustan los templos, son edificios generalmente espaciosos y si tienen la suerte de no haber contratado a un arquitecto demasiado grandilocuente y ególatra resultan acogedores a pesar de su tamaño. También hay templos pequeños ¿verdad? Pero este no es el caso. Los templos suelen tener una decoración que impresione a los feligreses, casi siempre están limpios y a veces hay algún aroma en el ambiente que te resulta relajante, inciensos, velitas, los musulmanes no gastan y quizá por eso me resulte algo fría esta sala, sin olvidar que está a 20 grados menos que el exterior. Los templos siempre son interesantes.


Sala de oración de la mezquita nacional

Bueno ¡al caso! ¡al caso!, cuando nos acercábamos a la puerta que da acceso a la sala nos encontramos con un chico bajito, jovencito, sonriente, con los bracitos cruzaditos como un profesorcito y con mucha cara de malayo (son chinos morenitos, muy cucos) que nos dijo que no podíamos pasar a la gran sala de oración y nos preguntó que de dónde éramos, que si musulmanes o cristianos, en fin rutinillas de portero. Antonio fue contestando a todo el cuestionario que yo interrumpí un segundito para preguntar si podía hacer alguna foto al interior, el chico asintió y yo me puse a lo mío. Cuando retomé la conversación la cosa había tomado unos cauces más que truculentos y el portero estaba diciendo que los musulmanes tenían mucha más fe porque (voy a hacer una pausa para mostrar mi más profundo respeto a las personas que profesan cualquier tipo de fe, pero que me perdonen los que administran la fe, porque en algunos casos se les va la olla) el Corán dice la verdad, y además está totalmente en consonancia con la ciencia actual, no como los Cristianos porque eso de la Virgen María no se lo traga ni pirri (permítaseme una traducción adaptada a mi estilo).

El peso argumental era apabullante, la velocidad con la que hablaba y la agilidad con la que encontraba explicación para todo daba un poco de grima, y Antonio y yo que pasamos del tema hondamente nos veíamos allí argumentando perogrulladas con ese pobre chico que tenía la cabeza alicatá hasta el techo con versos coránicos. Por arte de birlí birloque el porterito quien, por cierto, comenzaba a acentuar una sutil pluma (amaneramiento) que ya le veníamos notando desde hace rato, nos hizo bajar unas escaleras y pasar a un despacho para regalarnos unos folletos sobre las temeridades científicas que supuestamente el Corán había predicho hace mucho tiempo. Una de las mejores es que según los autores del folleto (escrito en español por la, agárrense, mezquita de Granada) el Corán aseguraba que en algún momento de la gestación el feto o el embrión humano era como una materia masticada porque se parecía a una goma de mascar usada y que luego resulta que se ha demostrado científicamente que eso era así ¡toma geroma! ¡qué cosa tan absurda! ¿Y esos son los pilares de la fe? ¡Pues pitando de aquí que esto se nos cae encima! Yo creí que se me salían las órbitas de las cuencas y Antonio no quería arrepentirse de haber estudiado biología pero al final lo hizo. Como fuimos pudiendo, nos fuimos acercando a la puerta y conseguimos dejar al porterito en la puertecita donde le habíamos encontrado. No dábamos crédito, habíamos sufrido acoso religioso ¡nosotros! Yo le tuve que decir algo antes de despedirme y sin anestesia le coloqué que debía viajar un poco por Europa, que se relajaría bastante. Él creía que le proponía un viaje por los centros cristianos y católicos de más rancio calado a ver si se calmaba su fiebre coránica, ¡noooooolr! yo lo que le estaba deseando con toda mi imaginación era un carnaval de Sitges y un día del orgullo gay por todo lo alto ¡disfrazado de brasileña! Cuando nos alejamos apenas diez metros ya le habíamos rebautizado, ahora era Maricarmen la porterita ¡venga hija! con dios, nunca mejor dicho.

No salíamos del asombro, no nos lo podíamos creer, aquello no tenía sentido, ¿con esa pluma y de guardián de la fe? Pobre chico, pero qué trabajo de orfebrería no le habían practicado a esta criatura en el cerebro para estar así, no sabíamos si dar pie a la compasión, la indignación o sencillamente seguir corriendo lejos de allí. En fin amigos, como os decía antes, respeto seriamente a todas las personas que profesan alguna fe, también a Maricarmen la porterita, pero era muy alarmante para nosotros que un chico que en Sevilla sería una digna sucesora de la Esmeralda (tiren de Google) por su arte y su tronío y un manejo de las manos que ni los claveles de la Macarena peinan el aire con tanta sevillanía. Que quede claro que a un servidor de ustedes jamás se ha metido a opinar sobre la sexualidad de nadie, el que la lleva la entiende, pero es que este caso concreto nos hizo saltar por los aires porque el chiquitín era más pesado que una vaca en brazos y porque en un país con esta normativa sobre con quién se debe uno ir a dormir o no, este chico debería estar escondido en alguna parte y no en la Mezquita Nacional, es decir, ¡la boca del lobo!. En fin, que Alá le ilumine el camino a Maricarmen la Porterita.


Obreros decoran una cúpula de la Mezquita Nacional

A todo esto yo os estaba contando que la primera noche habíamos salido a horas intempestivas a cenar chino, pues bien, a la mañana siguiente las riadas de Louis Vuitones, Pradas, Guccis y Paul Smiths habían tomado la calle central de Chinatown, nosotros no somos clientes de marcas y menos de copias así es que nos entreteníamos más en salivar ante los puestos de frutas exóticas. Una mañana nos compramos rambutanes y pitahayas para después del desayuno ¡mmmmm! También hay muchas flores, hay un chico que sólo vende flor de loto, kioscos de bebidas que se entregan en bolsitas con una cañita para llevar y beber por la calle, puestos de castañas tostadas, aquí se deben dar todo el año, no sé yo qué especie de castaño es ese, pero de todos modos no apetece con este calor, ah! Maria José, la castañera de aquí va en mangalasisa, claro (esto es una broma interna con Maria José Ortuño, no le deis importancia los demás, seguid leyendo).

Después de desayunar en un sitio que tenía algo más que noodles y cosas fritas dimos una vuelta por las librerías más completas de la ciudad para buscar alguna guía de malasia y de nuestros próximos destinos en el sudeste asiático, no nos podíamos creer los centros comerciales que estábamos visitando. No es que seamos unos locos de las compras pero, comprendednos, venimos de tres meses en la India y ahora nos metemos en tres centros comerciales de lujo seguidos pues estábamos superados (nota: no es que en la India no haya shopping malls que es como se le dice en inglés a los centros comerciales, es que allí están en zonas aisladas totalmente exclusivas para pijos y no hay nada alrededor más que zonas residenciales aisladas totalmente exclusivas para pijos). El centro comercial más total-exclusivo-súper-élite era el que está al pié de las torres Petronas, en la librería de este centro nos volvimos turulatos con tantas secciones con tanta cantidad de libros en cada sección, estábamos flipados. Después nos dimos un paseo alrededor de las torres por un parquecito cercano que tiene un tartán de atletismo público para la gente que sale a correr, ¡qué detalle! Es un poco apabullante mirar hacia arriba y ver esos pedazos de edificios ahí al lado, parece irreal, algunas nubecillas pasan a media torre y te imaginas ahí trabajando ¡qué raro!





Después otra vez noodles, bueno, me ahorro el tener que repetirlo, yo he comido y cenado noodles todos los días porque me rechiflan, Antonio coquetea con el arroz de vez en cuando, pero a mí un fideo es que me pierde, me gusta todo lo chino y lo japonés, no entiendo de dónde me viene… ¡qué cosa!

Entre fideos y fideos hemos visitado una buena variedad de cosas en la Ciudad. He de decir que a mí lo que más me ha gustado son las torres, pero me encantó encontrarme en plena calle con un flamante museo textil de Malasia en el que explicaban muchas técnicas de tejido, teñido y decoración textil tradicionales de los diferentes estados de Malasia a lo largo de la historia, había una explicación de cómo los Sapiens del neolítico se hacían ropas con cortezas de árboles, a mi este tema es que me encantísima como diría mi amiga Belén (un besito guapa me parece que esta vez me vuelvo a perder el parto, todovaasalirbien). Había una detallada explicación con esquemas y vídeos de cómo realizan el batik en Malasia. Totalmente recomendable para aficionados al mundo del textil.

Antonio sin embargo disfrutó mucho más en el museo de historia nacional, allí pudimos enterarnos un poquito de dónde venía esta nación y en resumidísimas cuentas se trata de un territorio liberado de una colonia inglesa que anteriormente había sido portuguesa e intento de holandesa y que anteriormente había sido el imperio de Melaka, muy importante porque un solo rey se había hecho con las coronas de todos los reinos antiguos, mira os lo he explicado del revés. De aquellas coronas debió quedar algo ya que parece que en Malasia hay unos doce o trece reyes y el título de rey reinante, valga la redundancia, lo van pasando en relevo, como lo de la presidencia de la comunidad en los bloques de vecinos. Por cierto estando nosotros en Kuala Lumpur se ha celebrado el cumpleaños del rey que toca ahora y el campo de cricket que hay delante de la Corte Suprema lo han dejado precioso, han puesto unas pérgolas con banderitas y la bandera que ondea en el mástil más grande del mundo está recién planchada. Además hoy han venido a ensayar los militares que se ve que tienen que hacer un desfile o algo. La verdad es que el uniforme tiene gracia, llevan un pequeño sarong (como un pareo) corto encima de los pantalones que les da un aire muy exótico. ¡Qué monos oye!



Hemos pasado unos días muy agradables en Kuala Lumpur, la verdad, paseando arriba y abajo, comiendo en tenderetes humeantes y baratitos, una tarde fuimos a visitar el jardín de los hibiscos y las orquídeas, ay Cris Gamell, te habría encantado estar aquí con tu cámara puesta en la opción “mis colores”, a mí me han encantado especialmente los hibiscos, que en España dice Antonio que se le llaman pacíficos.


Pacífico en flor

Una noche salimos a dar una vuelta por la marcha de Kuala Lumpur, habíamos leído que los gays de aquí tienen un par de sitios habituales con actuaciones y travestis (por aquí se les llama lady boys) y no nos lo podíamos perder, con la orientación puesta a punto y un trazado de monorraíl que funciona como un reloj no tardamos en llegar a la zona donde encontraríamos ese par de bares, yo iba con ganas de reírme, tenía como una guasa, íbamos mirando los nombres de las calles pero no veíamos más que callejones. Claro, en uno de esos puede estar el bar en cuestión. A lo lejos, en una esquina vi un grupito de chicos jóvenes con mucho estilismo de pelo y un look más que producido, nos seguíamos acercando y yo iba mirando a ver quién parecía el más abierto para preguntarle por el club que buscábamos pero mi ojo acostumbrado a conjuntar ropa detectó una nota discordante en aquél grupo, iba como en chándal pero sin gracia, como fuera de lugar, de pronto fue como si me cambiaran el pie derecho por el izquierdo, comencé a caminar sin sentir las piernas, era como si todos los sonidos del mundo hubiesen cesado y sintiera el mismo girar del planeta, mis ojos estaban recibiendo una información que mi mente se resistía a procesar, ¿qué estoy viendo? ¿es un yonki? ¿es un mendigo? ¡no! ¡es Maricarmen la porterita!

¡Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo! Cielo santo por Alá qué hemos hecho mal, ahora ya no le podremos preguntar a ninguno del grupo por el bar porque el energúmeno este no necesita mucho para pegarse aquí media hora contándonos movidas religiosas, contrimás si le preguntamos por un club gay. Yo le dije a Antonio, quien vivía en la ignorancia, que mirara hacia delante, que mira quién está aquí, que no mire, que mire, que no mire, ¡Helouuuuuuuu! ¿cómo tú por aquí? Adios adioooooooooooos, yo no detuve el paso ni mijita, a mí no me pillaba ni de coña, y en cuanto anduvimos dos metros más comenzó el pitorreo, ¡lo sabía! ¿dónde iba a estar si no? ¿Será posible con la tabarra que nos dio? ¡Esto es doble vida y lo demás es cuento! ¡Qué callado se lo debe tener! Y así seguimos caminando hasta que nos dimos cuenta que seguramente nos habríamos pasado de la calle del local que buscábamos.

Tras una pausa de reflexión volvimos con determinación a preguntarle a Maricarmen la porterita por el local. ¡Helou! perdona Maricarmen, ¿dónde está el Blue Boy? Y en ese momento ya empezó ella a hacer aspavientos y carcajadas ¡lo sabia! - decía la porterita- en cuanto os vi esta mañana lo sospeché con esos pendientes, claro, claro, blablá, el Blue Boy está en esta calle ahí al fondo a la derecha. El tío se lo sabía perfectamente y estaba en toda la esquina, confirmado Maricarmen es gay.

Así que finalmente llegamos al local que buscábamos para pasarnos todo el rato que nos duró la cerveza que nos tomamos (sólo una porque nos costó 22 ringgits, unos 5.5€) comentando lo fuerte que era el acontecimiento que acabábamos de vivir. Definitivamente la religión es un rollo. Como en el local no había mucho ambiente la cerveza era carísima y el espectáculo tardaría en comenzar, nos largamos a dar un paseo de vuelta al hotel, no habíamos caminado ni cien metros cuando en otra esquina nos volvimos a encontrar con lo más pesado de Malasia, sí, claro que sí, Maricarmen. Ahora sí que nos pilló y acabamos preguntándole, pero tu ¿eres gay? Y él con esa manera compulsiva de explicarlo todo decía que no, que él no podía porque estaba la ley islámica y que él era muy respetuoso, claro.

Pobre chico, allí se quedó bajo las vías del monorraíl dando vueltas por la zona donde los gays que o no son musulmanes o no se lo toman tan a pecho se congregan para divertirse, es una zona muy bulliciosa de Kuala Lumpur entre los centros comerciales que tienen las fachadas llenas de neones y pantallas con anuncios, daba cosita de verle a él con su chándal que le queda fatal y una botellita de agua en la mano porque de alcohol nanai. Según nos dijo se paseaba por allí porque le hacía gracia ver a los gays porque se vestían muy graciosos y muy creativos, ángelito.

Bueno y ya no os como más el tarro con Maricarmen la porterita, que va a parecer esto un folletín de posguerra con estos personajes.


Nos encanta el Monorraíl

Como dije al principio era muy probable que me fuera de una cosa a otra y ahora me he acordado de que un día fuimos a la oficina nacional de turismo a ver unas danzas populares, fue muy divertido y al final nos hicimos una foto con los bailarines porque se ponían allí a posar a propósito y nos hizo gracia.




Después nos dimos una vuelta para ver las torres de noche y, si de día me habían gustado, de noche nos maravillaron. Parecían salidas de una película futurista pero de las antiguas, no podía parar de mirar para arriba y hacer fotos desde todos los ángulos. Las habíamos visto hasta desde dentro porque se puede subir al puente de forma gratuita. El puente está en la planta 41, de 84 que tiene en total, y es una salida de emergencia para pasar a la otra torre, pero de noche es que tienen un atractivo.



Un edificio vecino refleja las Petronas




Hemos pasado unos días muy agradables en la capital, pero teníamos que seguir y decidimos
tirar para las Cameron Highlands, una zona por el centro del país que prometía paisajes preciosos de campos de té entre la selva y una flora extraordinaria, sobre todo la raflessia, una de las flores más grandes del mundo. Pues bien, cuando llegamos allí nos encontramos con que las highlands son la huerta de Malasia y están llenas de invernaderos de fresas y lechugas hidropónicas que quiere decir que se cultivan en agua con ingredientes, y cada vez que salías de excursión sólo veías plástico, parecía Almería, salvando las distancias. Había trozos de selva muy bonitos y los campos de té eran muy grandes y verdes pero en realidad la visita a las Cameron highlands se salvó porque pudimos ver la raflessia. Parece una cosa de cuentos, me recuerda a los dibujos animados de fantasías en el bosque, ¡es enorme! Por lo visto es una planta parásita que sólo florece, no tiene ni tronco ni hojas ni nada, se engancha a alguna planta y ahí crece, y cómo crece. También dimos unos paseos por la selva nosotros por nuestra cuenta, pero la verdadera aventura en la jungla la veremos en el próximo capítulo.





Antonio y yo coronados con helecho en la excursión para ver la raflessia

Ahora os dejo que ya está bien por hoy.

Muchos besos, y gracias por seguir ahí, para nosotros es muy importante, aunque penséis que estamos a la vida vidorra y que no nos acordamos de nadie no es cierto, es verdad que estamos de vacaciones pasándolo rechupi, pero también es muy raro estar tanto tiempo sin amigos, así que por favor, escribidnos unos meils que no os cuesta nada. Quería dar también las gracias por seguirnos a todos los anónimos amigos de amigos que han recibido el link y, aunque no nos conozcamos, nos estáis siguiendo, eso tiene un valor extra así que para vosotros gracias-gracias.

¡No orvidarnooooo!

15 comentarios:

  1. Vaya historia la de Maricarmen la porterita, jajja, una pena que no haya documento gráfico, aunque pensándolo bien, casi mejor dejar libre la mente al imaginarnos ese "chico bajito, jovencito, sonriente, con los bracitos cruzaditos como un profesorcito y con mucha cara de malayo" con "ese arte, ese tronío y ese manejo de las manos que ni los claveles de la Macarena peinan el aire con tanta sevillanía". Vaya dos artistas estais hechos, él y tú, jaja. Definitivamente mejor imaginarlo.

    Me ha encantado también la raflessia, im-presionante. ¡Qué cosas hay por ahí!, y también las fotos nocturnas de las Petronas, vaya cámara que debes llevar Andrés, no digo nada más.

    Muchos besos a los dos, nosotros seguiremos aquí pendientes ahora que esto se pone interesante y que ya va tomando forma de vuelta al mundo, pues hasta ahora todo había transcurrido en la India.

    ResponderEliminar
  2. "Maricarmen la porterita", lo mejor de todo el viaje por favor!!!!!!!, no hay retrato de susodicha personita, no???

    os quiero bastante.
    y que guapos estáis!!!

    ResponderEliminar
  3. Amigos me he reido!!!que no os podeis hacer una idea,tambien me hubiera gustado ver a Maricarmen!!bueno las fotos chulisimas,y la flor gigante preciosa,y a vosotros os veo guapisimos,bueno a seguir disfrutando y escribir prontito ehhhh!!un beso muy fuerte.Fran & Alex

    ResponderEliminar
  4. por finnnn!!!!! me MEO TOA!!!!! maricarmeeeeeeeeeen!!!! que bueno !!!jejejeje, menos mal que me ha cogido en sevilla vuestra ausensia de entregas y entre barri y barril de jjjerveza me he distraido un poco, pero ya llevaba unos dias en el pueblo y estaba ya deseando una de vuestras aventuras. toy enganchaita perdia!! por cierto aparte de la famili mi madre se encontro a dora la mujer de antonio sosa y le conto lo divertido que estaba vuestro blok de viaje y le pasara la direccion porque tenia ganas de saber de vosotros. bueno guapiiiiiiiiiiiiiiiiisimos a seguir disfrutando que aqui no nos olvidamos de vosotros. 1000 besos des del pooooobleeee!!! por cierto que tengo huertooo!!! tomates, pimientos, lessshuga...albaricoques...jjejejeje

    ResponderEliminar
  5. Qué rechulísimo!!! Me lo apunto como destino seguro!! Ay, Barcelona parece tan poquita cosa a veces...Pero no me quejo, eh? Pero las cosas como son! Aunque este finde he estado de Sónar, esa costumbre barcelonesa tan fascinante.
    Mola mucho que saquéis foto de las gentes locales, es como mejor se capta el "rollo" de los sitios.
    De paso aprovecho para insistir en que escribís super bien, que sacáis muchísima chicha de todos los destinos y lo hacéis con toda la gracia.
    Keep in touch!Jeje
    Besazos!

    ResponderEliminar
  6. jajaja, esto ya es lo ultimo, os he visto con todo tipo de pelucas, de todos los colores y formas asi como con abalorios varios pero nunca...nunca con coronas de helecho! si es que no vais a dejar nunca de fascinarme amores!!! Andres, un relato ideal, que arte tienes hijo!!seguid asi guapisimos! ah, evidentemente estoy de acuerdo con la mayoria, la historia de la Maricarmen es pa publicarla y si...necesitamos una foto, gracias por favor!jajajajaja!muaaaaa

    ResponderEliminar
  7. pero bueno, ya lo que faltaba, encontraros a un "principio de folclorica" musulmana en la puerta de una mezquita y encima os avasaya en plan testigo de geova de los que van por las casas dandote folletitos de que el mundo lo esta pasando mal y todo esas cosas, su su su, chikillos uqe me hubiera gustao haberos visto por un agujerito, jejejejej!!! y ya lo mas fuerte es encontartelos por la "zona gay" sin serlo, de esos me conozco yo unos cuantos y luego... mejor me callo que me envalo y no acabo...

    por lo demas chicos estoy como bien dicen por ahi arriba los "amigos blogueros" esto es un empique que ni la topacio en sus mejores tiempos, donde se lea un buen relato de andres y mi antoñito ( no te enfades andresito, pero pa mi antonio sera siempre mi antoñito ), que se quite la cristal ,pasion de gavilanes, los ricos tambienlloran y todos esos cuentos,

    os quiero, y si podeis facturar a Maricarmen la porterita este finde pa sevilla, que la vamos a liar en el ORGULLO DEL SUR, y si no da tiempo mandarlo a madrid para el ORGULLO ESTATAL el proximo 3/07/10... muchos bezitos y segir relatandonos el mundo

    ResponderEliminar
  8. gurrrrrrrrrpp!!! (eructo de satisfacción tras festín bloggero). gracias por las risas hermosos!!!

    ResponderEliminar
  9. Ayayay!! Mari Carmen... aunque todos sospechábamos que Mari Carmen daría que hablar por como empezaste el relato, el desenlace supera cualquier elucubración! Definitivamente,la protagonista de esta entrega! Que pena que al final os quedárais sin espectáculo, pero bueno al menos os pudísteis beber la cervecita a precio barceloní. Me encanta la faldita del uniforme! Es como de camarero de lujo o algo así. Niños! Que mañana es St.Joan! ay mira, me ha entrao morriña de acordarme lo bien que lo pasamos en la terraza de Teià hace ya, dos años!! ay por diooo...
    Cuidarse amores! un beso grande!! Ah, hemos reenviado el paper! poned alguna velita naranja!, o el famoso "sandwich" de estampitas que tan eficiente fue para lo de Michigan! Os quiero!

    ResponderEliminar
  10. jajajajajaja vaya con Maricarmen la porterita jaja.. no estaría mal una foto pero como dice Aitor mejor imaginarselo/la...
    Bueno para que luego Chiqui me diga que no leo vuestro blog eh!:D y eso, tened mucho cuidado los dos y Andrés, cuida a mi hermano! :)
    Y yo nada, que llegué de Londres hace unos días y muy bien, ya os contaré cuando llaméis, y ya te mandaré la foto chiqui.. :)
    Un beeeeeeeeeso muy grande :)

    ResponderEliminar
  11. ¡Eva! Sólo faltabas tú, qué ilusión. Te quiero, Txiki

    ResponderEliminar
  12. Love you boys ! Hilarious! Elvis & Chris xoxoxoxo

    ResponderEliminar
  13. Andresss !!! Por diosss...
    No he podido evitar entraros un comentario a propósito de Maricarmen la porterita. Todavía estoy riendo, por ahora es de lo mejorcito del viaje. Creo que lo teneis que montar para un guión o bien de una peli de arte y ensayo o de Almodovar con toque étnico.
    Un beso a los dos

    Francesc Ventura

    ResponderEliminar
  14. HOla guapos! hacía muchísimo que no os leía y no me daba cuenta de lo que os echaba de menos! A ver si a partir de ahora no dejo pasar tanto que luego para ponerme el dia me llevo horas leyendo vuestras estupendas historias. Me encantan las fotos de las torres! y Maricarmen...y las sanguijuelas! que no son tan malas, aunque comparto el ataque de histeria. Nosotros el lunes 12 nos vamos para Costa Rica casi tres semanitas y como vamos un poco en plan salvaje me han dicho que hay garrapatas...veremos como alguna pretenda alimentarse de mi...ea! un besazo a los dos y a seguir recorriendo mundo!
    No os olvidamos, pero no dejéis de compartir vuestros momentos con nosotros!

    ResponderEliminar
  15. MariCarmen....sin palabras me habeis dejado ....carcajadas güenas me he pegado!!! Ya me imagino al chiki intentando razonar-"discutir" con la porterita....
    Qué cámara llevais? Vaya fotitos...te estás convirtiendo en toooodo un fotógrafo!! Las Petronas, qué impresión..y esas flores tan preciosísimas!!! Aish que también apunto en la lista Malaysia!!!
    Me quedo con Andrés Astronauta!!!! Se pueden descargar las fotos? te quiero en mi nevera, guapito!!! jajajajajajaja
    Besitos a los dos...sois geniales!!

    ResponderEliminar