Y nunca mejor dicho amigos, lo estamos pasando de dulce y estamos viendo sitios preciosos.
En Jaisalmer tuvimos el acierto de irnos a un hotel con piscina, a mediodía hace una calor que pa qué.
Todo es muy de guiris, claro, pero qué le vamos a hacer, si no hemos salido aún del Rajastán, un estado con un pasado lleno de familias de rajás, maharajás y maharanás muy poderosos que construían ciudades preciosas en lo alto de una piedra si es que así lo mandaba una profecía. Este es el caso de Jaisalmer, la ciudad dorada, que está en un monte elevado unos 80 metros sobre un secarral que da calor sólo de mirarlo, y que fue construida aquí porque lo dijo alguien que sería santo o un dios y había que cumplirlo. Tienen un fuerte precioso, uno de los más grandes habitados que hay en el mundo, gran parte de la población vive dentro del fuerte, es alucinante, aunque da un poco de penita porque la roca arenisca con la que está construido se está deshaciendo con la humedad.
Al estar fundada en el siglo XII en mitad del desierto no se pensó en el drenaje de agua, aquí llueve poquísimo y en aquel entonces la población reutilizaba y aprovechaba hasta la última gota. Hoy tienen agua corriente y un montón de hoteles y aunque están trabajando para solucionar el problema la población no parece muy sensible. Aquí están más preocupados, y lo entiendo, de poner en marcha esta gran industria de los turistas que es una bendición para una ciudad sin muchos recursos agrícolas ni ganaderos y sin más industria que la extracción de esa roca arenisca dorada con la que solían tallar estos balcones tan bonitos. A mi me encanta el alerón curvo que le hacían a las ventanas. Todavía hoy hay algunos tallistas porque se siguen haciendo casa con alguna que otra filigana.
Precisamente aquí en Jaisalmer hemos hecho la actividad más guiri por ahora, el “Camel Safari”. Resumiendo fueron dos días de un calor de morirse montando en camello a ratos cortos pa que no nos diera una lipotimia ni a Antonio le petara el hueso cuqui. Íbamos los dos solos con el guía Bilal, que iba andando con sus chanclas de dedito, pero él bien, con su turbante y su blusón, también nos cocinó y nos contó alguna historia. Pero sobre todo nos estuvo comiendo la oreja todo el rato para que le diéramos dinero; que si él ganaba poco, que si unos alemanes le dieron 500 rupias y una navaja suiza que si unas finlandesas un nokia y mil rupias, total, que nosotros no le regalamos nada y no le dimos nada, porque vamos con economía de guerra y además nos da mucha rabia que nos pidan las propinas, llamadnos agarrados si queréis. No obstante el señor Bilal no cejó en el intento y nos apareció al día siguiente en el hotel para pedirnos pasta, así que no tuvimos más remedio que endirgárselo al que nos vendió el safari al grito de “!que te dé el dinero ese que es el que nos dijo que todo estaba incluido¡” y los dos corriendo para la piscina que nos las pelábamos.
El caso es que a pesar del calor del sol y del calor que daba éste con la propina, nosotros lo pasamos divinamente, vimos una puesta de sol y un amanecer muy bonitos y una vía láctea… y una vía láctea. Quede dicho que dormimos al raso y que alguna serpiente anduvo merodeando cerca, pero no pasó nada. Bueno si pasó, que unos niños de una aldea cercana estuvieron un rato jugando con nosotros a deletrear palabras en inglés, entrañable.
Rastro de serpiente en la arena a dos metros de nosotros. Seguro que era una cobra.
Tras dejar Jaisalmer y hacer un trayecto de seis horas en un autobús de muerte, llegamos a Jodhpur, supuestamente la ciudad azul, pero no mucho, una escala técnica en la que solo estaremos un día para mañana salir hacia Udaipur. Se trata de un autobús estatal con cinco hileras de asientos en cada fila, imaginársemele, yo íba como una sardina entre Antonio y un señor no muy simpático, con el culo repegado al asiento de eskay y ni un asomo de reposacabezas, la temperatura media del trayecto de cincuenta y ocho grados sombra y la velocidad de veinticinco km hora, por todo ello y por llegar a las tres de la tarde decidimos refrescarnos y dormir un poco. Luego por la noche haremos un poco de colada, véase aquí el aprovechamiento de la cuerda y las pinzas donadas por Leni y Jordi, gracias amigos. Obsérvese también la decoración de la habitación, no tiene desperdicio.
En Jodhpur hemos dado un paseo de lo más agradable alrededor de unos cenotafios reales (un cenotafio es como una tumba pero en plan maharajá, a lo grande) y hemos disfrutado de bonitas vistas del fuerte de Jodhpur y una preciosa puesta de sol con camellos incluídos.
Al día siguiente salímos para Udaipur, esta vez en autobús privado, semideluxe y con asientos rechinables y todo, el problema es que el cafre del autobusero me parece que se jinca las pastillas de freno que da gloria y hemos tenido que parar dos veces para cambiar nosequé de una rueda, ha sido extenuante, lo que debía durar seis horas duró nueve horacias, vamos, que aquí no hay trayecto de autobús decente en esta época del año, se pasa calor y se tarda mucho ¡siempre!, según nuestra recogida de datos tres de tres, Ana ayúdame tú con la estadística, pero a mí me da que nos quedan bastantes kilómetros de culo cuadrado. Por suerte en Udaipur vamos a estar tres días y dará tiempo a recolocar las vértebras.
Esta ciudad, como todas las que hemos visitado hasta ahora, también tiene un pasado aristocrático, concretamente aquí gobernaban los Mewara, una familia muy humilde de maharanás que se decían descendientes del sol. El que no corre vuela.El palacio real es muy entretenido, con un montón de habitaciones curiosísimas llenas de cristalitos y cosas así en plan fantasía oriental a tuti plen, cientos de miniaturas increíbles y exposiciones de armas y demás. A mí me llaman mucho la atención los murales con que decoran las fachadas, es una pintura bastante sencilla pero muy alegre y simpática y las hay por toda la ciudad.
Pero la gran sorpresa que nos tenía reservada Udaipur llegó por la tarde, paseando nos encontramos con el festival Mewara en el que las mujeres salen a la calle con unas santitas o diosecitas sobre la cabeza para acercarse al lago y pasar allí un ratito en el ghat (escalinatas que bajan a los lagos para que la gente haga sus abluciones, que es como darse un bañito pero sin jabón, hay abluciones sagradas y abluciones de higiene matutina, vamos un enjualagón) ha sido muy bonito, sobre todo cuando las señoras bailaban en corro al son de un tambor que lleva un señor que las acompaña, hacen un baile muy delicado pero ágil y sensual. Desgraciadamente las fotos del baile no expresan nada así que tendréis que venir a verlo.
Las calles están engalanadas y hay una feria, los niños llevan globos y sonajeros artesanales y comen granizados caseros con siropes de colores, todo es muy vintage, la noria y el tiovivo no recuerdo haberlos visto en España ni al principio de los ochenta.
Os enseño también esta foto de una puesta de sol en Udaipur para acabar por ahora, muchos besos desde Rajastán, la próxima vez hablaremos de Gujarat, o no, claro.
Andres
lunes, 22 de marzo de 2010
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ResponderEliminarEn dos palabras: IM PRESIONANTE. Se os ve de lujo y wapos, wapos. A seguir disfrutando, amores.
ResponderEliminarBssssssssssssssssssss
Que divertido!!!!, cuantas risas me he echado con vosotros, lo de la pelu es unico. Andres, no te quedes solo ni un ratito que te confunden con uno de ellos. Txiki, peaso reportaje. Os quiero.
ResponderEliminarohhhh que bonito es todo, ay por favorcito, vais a peder la raja del culo!!!, se os van a soldar los cachetes!!!
ResponderEliminarestais muy guapos
la verdad es que habéis tenido una idea maravillosa con lo del blog, estoy tope enganchado y siempre espero que hayan cosas nuevas.
muchos besitos refrescantes.
joooooooo!!! vais a vivir de todo, hasta romerias indias... envidia sana es lo que os tengo, os lo juro!!! antonio, grande con tu turbante y estirando del camello... jejeejj, a ver si te veo algun año por el rocio igual, pero con un sombrero de ala ancha y de reata una yegua española con las crines hasta los pechos... jejejeejejej!!!! bezitos
ResponderEliminarMe repito, pero me da igual, lo que estoy aprendiendo de geografia! Me evado que no veas cuando os leo. Por cierto, preciosas fotos las que escogeis para colgar.
ResponderEliminarMe parto con las historias de los regateos, es que son pesaos ehn? bueno digo me parto porque no estoy alli, que yo despues me vengo abajo y les doy to lo que me piden, mu bien!! ustedes al presupuesto, y si no le ensenyais la hoja excell pa que vean que no es racaneria, es pre-vi-sion.
Por favor, sigamos en "el direrto" que estoy mas enganchada que a mi serie favorita redescubierta (si, me he vuelto a enganchar a friends, mu fuerte lo mio)