miércoles, 19 de mayo de 2010

Agra patrimonio de la Humanidad

Después de algunos días dedicados a mirar las noticias en internet y buscar rutas alternativas, la marcha continúa, ya iréis sabiendo más cosas, pero esto se lo dejo al Hitchcock de la casa porque a mí el suspense se me da regular.

La siguiente parada la hemos adjudicado a la ciudad del Taj Mahal, nos vamos de Chandigarh con un sabor de boca impreciso, ya sabéis, como un yogur de limón, que da fresquito pero no es sabrosón y esperamos un episodio algo más intenso en Agra. A mí los sitios tan famosos me ponen un poco tenso, la expectativa de algo grande o muy especial me provoca cierto estrés, supongo que quiero estar a la altura del momento y levantarme ese día con los sentidos a flor de piel para poder apreciarlo como se merece o tal vez sea algo más corriente y lo que me pasa es que no quiero que no me guste ¿os imagináis? Después de tanta peripecia por la India y con lo que hemos pasaíto, llegar a “uno de los edificios más bellos del mundo” y que no te guste, ¡no por favor! Nos tiene que gustar.El trayecto de tren no estuvo mal aunque ha sido uno de los más incómodos, habíamos comprado billetes en Sleeper Class, vas sin aire acondicionado pero los ventiladores funcionan bien y las ventanas están abiertas, claro que el ruido es algo más… el ruido es algo más y los compañeros de viaje… bueno la litera de Antonio que se suponía que era la de abajo con ventanas y sol en la carita estuvo todo el tiempo ocupada por el que tenía que ir en la más alta y Antonio tuvo que ocupar la del carota ese sin ventana y con el techo pegado a la chepa hasta que llegó la hora de dormir y entonces el vecino con todo sus _____es le pregunto “oye, ¿tú que cama prefieres?” ¡qué fino eres cari! Ahora que te entra la piruji por la ventana y que te puede despertar cualquiera que pase le preguntas al chiquillo que qué cama prefiere ¿no? Pues ahora te quedas abajo ¡Hombre ya! Bueno tonterías de bajo calibre al margen llegamos a Agra con un par de horas de retraso, es decir, a las tres de la mañana.

Previendo lo intempestivo de la hora de llegada habíamos reservado una habitación en un hotel con servicio de recogida a la estación y un señor nos esperaba con su rickshaw. Le dimos cincuenta rupias por la espera y nos quedamos con la segunda habitación que nos enseñaron, más sencilla, claro.

A la mañana siguiente desayunamos en el hotel y el dueño nos puso un poco en alerta de los peligros de Agra ¡chan!¡chan! Lo liantes que son los conductores, que no comiéramos en los alrededores del Taj porque nos iban a envenenar para sacarse una comisión del hospital, etecé, nos lo creímos a medias pero le compramos lo que nos quería vender que era un servicio de rickshaw para dos días llevándonos donde quisiéramos de Agra por 500 rupias (alrededor de ocho euros). Teniendo en cuenta que las distancias en la ciudad son bastante largas, que hacía calor y que no nos apetecía tener que regatear diez veces con conductores, nos pareció hasta buen precio, además al día siguiente tendríamos que levantarnos muy temprano para llegar al Taj Mahal a las seis de la mañana, que es cuando abren, para verlo sin calor y sin la marea de visitantes que los autobuses comienzan a derramar en el mármol a partir de las nueve.

Ese primer día le dijimos a nuestro conductor Vicki que nos llevara al Fuerte de Agra, un conjunto de edificios que hoy es patrimonio de la humanidad y que tiene unas vistas preciosas del Taj Mahal. El fuerte lo comenzó a constuir el emperador Mogol Akbar y su nieto Shah Jahan ,quien también mandaría construir el Taj Mahal, lo llevaría a su máximo explendor, irónicamente éste último terminó aquí sus días mirando hacia el Taj encerrado en un torreón a manos de su propio hijo Aurangzeb, el ansias que no pudo esperar que muriera papá para heredar el trono. De telenovela. Bueno, seguro que conocéis a más de uno que no dudaría en hacer lo mismo si tenemos en cuenta que el trono propiamente dicho, o sea, el sillón del salón de audiencias principal le había costado a papi más que el Taj mahal ya que, entre otras fruslerías llevaba el diamante más grande del mundo en aquel momento, el célebre Koh-i-noor que mil aventuras más tarde fue “adquirido” por los ingleses y retallado para buscarle un huequito entre las joyas de la corona de la reina Victoria, es que a ella estos detalles le pirraban, era muy fácil de regalar la Vicky.

El fuerte mira hacia el Taj Mahal

Con los siglos vinieron los clasicos ataques al fuerte y a pesar de los veinte metros de altura de las murallas, invasiones y erosiones varias lo dejaron bastante tocado. El gusto de los ingleses del XIX por “¡adecentar esas ruinas! ¡es que lo tienen tó roto!” y posteriormente el turismo y sus divisas extranjeras se encargarían del lavado de cara que nos lo presenta ahora con un aspecto más que saludable. Una rica variedad de patios, jardines, salones de audiencias y mezquitas en arenisca roja y mármol blanco te entretienen la mañana saboreando rincones que un día debieron estar cubiertos de alfombras carísimas. Y músicos y bailarinas y cosas de estas así miliunanochescas.

Antonio aguanta unos segundos al terrible sol de Agra

Cuando salimos del fuerte y después de llevarnos a tomar algo a un restaurante donde recibía comisión y donde seguro que no nos iban a envenenar (madre mía las patrañas que nos cuentan a los turistas) el peor actor revelación por su papel de conductor de rickshaw enrollado y de confianza no pudo esperar más y nos quería llevar a unos talleres de mármol sin obligación de comprar nada, claro. MEEEEEEEE!!!! Error!!! “¡Tú nos llevas ahora mismo al Baby Taj!” le dijimos nosotros, y allá que fuimos al pequeño cenotafio (una tumba pero con habitaciones y jardines, como el Taj Mahal muy al uso en el siglo XVII en Agra) que en realidad se llama Itimad-ud-daulah y sirve de eterna morada para el abuelo de Mumtaz Mahal, un noble que había sido un primer ministro y estaría hiperforrado. Con una atmósfera encantadora y unas tallas en mármol pioneras en la zona y las más delicadas por los siglos de los siglos, el Baby taj fue el primero de Agra. Luego el Taj Mahal haría sombra a todos por su magna complexión.

El Itimad-ud-daulah con turistas indias

Vista de una de las puertas del Baby Taj desde su interior

Después del baby taj queríamos ver la puesta de sol desde las espadas del Taj Mahal, un rinconcillo al otro lado del río donde vamos todos los turistas, con razón, al atardecer. Coincidimos con el rodaje de un anuncio pero nos dejaron mirar y pasar un rato contemplando esto que veis en las fotos y que de verdad me encantaría que vinierais un día a ver con vuestros ojos porque vale la pena. La verdad es que yo no soy muy melogramático con estas cosas y no me suelo quedar sin aliento y caer de rodillas con lágrimas en los ojos diciendo que ya puedo morir tranquilo cuando veo algo así, pero casi. La escena era muy bonita, entre nosotros y el edificio está el rio Yamuna y en las riberas hay pastores con sus cabritas, idílico.

El Taj Mahal es identico por las cuatro caras, esta es la Norte

Este soy yo haciendo el mongolito con mi Bob esponja.
Un beso a los que me regalasteis este talisman

Para finalizar el día 1 de nuestro contrato con el fitipaldi que me llevaba agarrado a cualquier cosa para no salirme del rickshaw le pedimos que nos acercara al Citibank y luego le dejamos que nos llevara a un taller de alfombras. Abstrayéndome de la cutre sensación de que estábamos allí sin ningún interés por comprar y sólo para que el perlas éste se llevara su comisión, disfruté de la visita a los talleres en los que había señores haciendo alfombras de lana en telar y nudo a nudo. “Gracias, gracias, no, no queremos comprar nada porque pesa mucho ni queremos que nos lo enviéis a casa porque no tenemos de eso”. Fin del primer acto, Vicki nos deja en el hotel sin grandes despedidas, no hemos sido una buena presa para él y mañana nos llevará el otro conductor al Taj Mahal. Good night Vicki! Sentimos llevar dos meses en la India y venir un poco chuceaos.

Pues bien, como habíamos acordado con el segundo chófer nos levantamos a las 5:00 y a las 5:30 estaba allí el mismo que nos había recogido en la estación para llevarnos al monumento patrimonio de la humanidad que mantiene en pie la ciudad y que hizo que hace diez años cerraran todas las fábricas del polo químico de Agra en pos de la blancura del mármol y la industria del turismo, una reconversión que limpió el aire del humo de las chimeneas y llenó las calles -presumo- de gente que se quedó sin trabajo y se metieron a liantes de turistas (sólo es una sospecha mía, para datos reales, consultar otras fuentes cualesquiera). Tuvimos mucho tino al elegir esta hora del día para venir porque, aunque había gente, no estaba abarrotado y pudímos pasear tranquilamente por todo el conjunto. Tal como había leído en alguna parte, el Taj Mahal gana en belleza cuanto más te acercas a él, es enorme y las fotos nunca harán justicia plena del encanto que exhala, sin entrar en misticismos y sin abusar de vuestra paciencia con poesía barata es como si de repente mil violines…. ¡que noooo, que es coña! Que nos gustó muchísimo y se nos pasaron tres horas volando, tan solo una cosa me dejó un vacío en el corazón ¡¡¡¡¡NO TIENEN TIENDA DE SOUVERNIRS!!!!! Sólo vendían unos llaveros con unas bolas de plástico con aguanieve que llevaba una maqueta microscópica y amorfa dentro, si lo mirabas a más de quince centímetros de distancia podía parecer la Alhambra mismo. ¡Qué chasco carrasco! Todavía no estoy del todo bien. Os dejo con unas fotos.

Un poco de cara de sueño es normal

La puerta sur, principal entrada al recinto

Con el regustillo nos fuimos a desayunar, nuevamente frustramos un intento comisionista en el chófer al pedirle que nos llevar al hotel, nada de sitios especiales. El resto del día lo pasamos en Fatehpur Sikri otro patrimonio de la humanidad por la UNESCO a 40 km de Agra. Esta ciudad fortificada fue habitada durante sólo catorce años porque se dieron cuenta que tenían menos agua que la bodega de Massiel. Es muy bella (no Massiel no, la ciudad) y casi todo está intacto, hay tres palacios, tres joyeros de piedra para las tres esposas del emperador, la cristiana, la musulmana y la hindú, salones de audiencias públicas y privadas y hasta un escenario sobre una alberca y unas plataformas a varias alturas para disfrutar de los espectáculos nocturnos. El harém, las mezquitas y algunas tumbas completan el conjunto.


El salon de audiencias

Detalle de un capitel

Después de la visita volvemos a Agra un poco cansados, comemos algo en el hotel y nos vamos a la estación que tenemos tren nocturno, mañana más.


Información especial para aquellos que decidan viajar a Agra.

En la entrada de todos los monumentos te entregan un ticket de esos que se les corta un trocito con una línea de puntos por un lado. Los tickets de turistas son muy caros, los nacionales pagan 10 rupias y nosotros 250 y 750 en el Taj Mahal. Pues bien, en el Taj no estamos seguros de que ocurriese pero en todos los demás y con especial descaro en Fatehpur Sikri, se quedan con el ticket sin romperlo bien diciéndote que pases sin más o bien dándote el cambiazo por un ticket antiguo, a nosotros nos dieron uno sellado en diciembre de 2009, entramos e hicimos la visita divinamente pero ellos con el ticket nuevo que tú acabas de pagar y que ellos han guardado sin romper se van a la taquilla por la puerta de atrás y lo ponen nuevamente a la venta, todo el mundo está en el ajo así que se reparten las 250 rupias y el Indian Arqueological Survey que es la institución que se encarga de mantener los monumentos no ve ni un duro. A la salida de Fatehpur Sikri acudían a nosotros un montón de niños y algún conductor de rickshaw para recuperar nuevamente el ticket reutilizado ya mil veces a cambio del cual supimos que les darían 50 rupias. Nosotros nos sentimos muy avergonzados y humillados por esta corrupción y queremos que se detenga, tenéis que estar atentos cuando paséis por la puerta y no soltar nunca el ticket, si hace falta haceros los guiris y montad la pataleta, doblad el ticket en cuanto os lo den en la taquilla para que no lo puedan volver a vender o inventaros lo que sea, ellos intentarán entreteneros con el registro de las mochilas mientras dan el cambiazo pero que no lo consigan y sobre todo nunca le deis el ticket a nadie en la salida, especialmente a los niños que se pasan el día allí tirados para conseguir dinero fácil. Nosotros rompimos los tickets y los tiramos a la papelera, esos ya no van a volver al ciclo. Si todos lo hacemos esos niños quizá vuelvan a la escuela y a lo mejor el IAS con el dinero ganado puede contratar a algún empleado más para que mantenga el edificio, que falta le hace.

Bueno amigos, hasta pronto, gracias por seguir ahí,


Andrés

9 comentarios:

  1. Hola amiguitosss,que guay las fotos,y los relatos son como sacados del libro mas entretenido de historia que jamas hayamos leido,os felicito por hacernos pasar ratitos tan buenos de lectura y acercarnos a esas experiencias maravillosas que estais viviendo y que las compartis con nosotros con todo lujo de detalles.Que fino me ha quedao to!!bueno chulines,muchos besitos para los dos,guapos!!!!.

    Fran & Alex

    ResponderEliminar
  2. Andresito hijo, tanto te has cortado con la descripción del Taj, q yo me he quedao como la q se tragó el cazo,... con ganas de más, jajaja. Además, como no me he dignado a coger un mapa para ir siguiendo vuestro viaje, cosa q ya es hora de hacer, pues estoy más perdía q el barco el arró (venga va, pongo un tercer dicho y os dejo). Ea, voy a ver si estudio q a quién estudia Dios le ayudia, ¿o no era así?
    Muchos besos, Reme.

    ResponderEliminar
  3. Hola!! sabéis que Google maps pasa de Sikkim como estado? Para él Sikkim es una house de N. Delhi, nosequé de Mejico y algo más que no tiene nada que ver con un estado. Esto es un dato que aporto...sin más trascendencia, vamos. Y vaya tela lo morrocotudos que son los indios con el turista. Lo hablamos, recordáis? paciencia... y algún día también debe sentar bien mandarlos a tomar viento, no?
    Me hace gracia lo del misterio de Antonio, Andrés, creo que él está viviendo Pekín Express! Molts petons i que seguiu disfrutant!!

    ResponderEliminar
  4. Oye, estáis bien?. He visto hoy lo del tren a Calcuta y ando un poco preocupada.

    ResponderEliminar
  5. Me encantan vuestros relatos. Además de historia, es delicioso el sentido del humor que utilizaís para contar las cosas que seguramente nos cabrearían a todos si estuviéramos allí. Consiguí que nos nos abandone la sonrisa mientras que leemos. Muchos besitos.

    ResponderEliminar
  6. lo mismo digo, como estais? estais bien? deci argo. besitos

    ResponderEliminar
  7. Siii! estamos bien! Ya hemos visto tambien lo de la explosion en el tren aqui en West Bengal. Precisamente esa noche veniamos en tren hacia Kolkata y cuando llegamos a la habitacion del hotel lo vimos en las noticias. Decir que creiamos que la info no habia llegado a España. Os cuento por que. Nos hemos dado de alta en el Ministerio de Asuntos Exteriores (MAE) español como viajeros. En este registro anotas las fechas de tu viaje y los sitios donde vas a estar mas o menos. Al ver que habia pasado esto pense que a lo mejor trataban de contactarnos para ver si estabamos bien, ya que saben que estariamos por aqui estos dias. Asi que dije, Andres, enciende el telefono loli a ver si nos llama el/la ministr@ para ver como estamos... pero no, creo que tienen cosas mas importantes que haccer ahora mismo con eso de la huelga de funcionarios y la congelacion salarial. Creo que no tranquiliza mucho ahora lo de estar dado de alta en el MAE. Lo siento familia, yo no puedo hacer mas.
    Por cierto Diana, me parece muy acertado tu comentario. Creeis que es conveniente un mail a Mr. Google Maps? Yo si. Ahora sabemos que somos muy pocos los que conocemos donde esta Sikim. Atentos al blog y aprenderemos mucho juntos. Os quiero a todos!
    Antonio

    ResponderEliminar
  8. POR DIOS, QUE MAGISTRAL CLASE DEL PROFE ANDRES... BEZITOS, Y RECORDAROS QUE YO AQUEL DIA ESTABA SIN PEGAR OJITO POR QUE A LA MAÑANA SIGUIENTE SALIA PARA EL ROCIO POR LAS ARENAS, EJEJEJE

    ResponderEliminar
  9. Niño! Qué bonito que se ve todo en las fotos... y eso que dices que las fotos desmerecen. Igual os pasará un poco que de ver tanto templo descomunal y preciosísimo, al final os parece hasta normal. Pero yo digo como la Reme, me he quedao con ganas de más Taj... lo mismo en el direrto, no? Y lo de los souvenirs, qué quieres que te diga, no tienen perdón de dios (de ninguno), llevaba un par de blogs queriéndote preguntar cómo llevabas lo de los suvenirses, aguantarte las ganas de coger algunos (por el peso, digo yo)...
    Un beso amores! Me encantísima el blog!! Mencantísima!!

    ResponderEliminar